La corte más importante después de la Corte India es la Corte Chamarrera. Considerando que ambas tuvieron une época histórica en tiempos distintos en nuestro país.
El llamado chamarrero es producto de aquel mestizaje que logra definir aquel hombre de campo desde los inicios de los años 1860 con rumbo a los años 1950,aquellos hombres constituyeron una sociedad pueblerina donde que había que subsistir ante la carencia de productos artículos, debido a la guerra EUROPEA y aquella situación rural que vivía el país. El hombre tenía que buscar su propia subsistencia con el desarrollo del campo para poder comer lo que en suelo de daba Pero, de igual manera, el hombre de aquellos inventaba, fabricaba. Así encontramos que preparaba sus propias medicinas, que manejaban los curanderos, elaboraban sus instrumentos musicales para sus festejos, preparaban sus bebidas alcohólicas, tenían un ritmo de vida muy aislado del mundo y de la capital del país. Este prototipo de individuo llamado CHAMARRERO, tenía una personalidad que resaltaba sobre los demás.
Tenía una gran voluntad para ayudar a la gente. Era una persona desprendida de lo material. Muchos de ellos eran parranderos, populares amigueros, tomadores y hasta mujeriegos. Aquel hombre hablaba de una manera muy particular, con las palabras usuales de su época y de su pueblo. El sombrero era de uso común aunque tenían más de uno. Usaban el guerrero, sombrero de todos los días y el fiestero elegante para ocasiones especiales. Para el CHAMARRERO 3 cosas resultaban importantes; el sombrero, las mujeres y los caballos. Como ropa de todos los días, usaban una franela blanca con botones al frente de la misma una correa de puro cuero, un pantalón de marrón claro y alpargatas. Nunca le faltaba en cualquier salida, su machete que llevaba a cuesta. Estos hombres aunque por naturaleza eran muy parranderos, siempre se levantaban temprano y luego de lavarse la cara en una ponchera, se tomaban su cafecito aguarapao para comenzar el día. Estos hombres eran tan mundanos como cualquier otro de la época, pero en el fondo de ellos existía una gran espiritualidad y una voluntad inmensa por ayudar a los demás. Eran totalmente desprendidos no podían ver a alguien mal porque corrían en su ayuda. Sin saber cómo muchos de ellos tenían poderes especiales que le permitían curar a la gente de sus males. Ellos sabían que lo tenían, que podían realizar grandes curaciones, pero no entendían y tampoco se preocupaba saber de dónde venían todos estos poderes. La gran mayoría profesaban la religión católica aunque no eran muy practicantes.
Solo participaban en las prácticas católicas poco comunes como bautizos, confirmaciones, matrimonio y funerales. Pero aunque no frecuentaban las iglesias, tenían apego a sus santos católicos. En su casa de campo el que no tenía un altar por lo menos tenían sus estampitas, las cuales tampoco faltaban en una cartera de cuero llena en parte de papeles inútiles. Cualquier anotación la metían en la cartera, la cual guardaban en el bolsillo trasero del pantalón siempre se mostraba un bulto. Los curas no simpatizaban mucho con estos hombres, por parranderos y mujeriegos. Pero, en las fiestas patronales, los curas los veían como necesarios, pues muchos de ellos cantaban y eran los anfitriones del festejo. Estos hombres de gran popularidad y un definido liderazgo en su espacio, al morir, cada uno de sus entierros estuvieron precedidos de una gran concentración popular, llorados por las mujeres, respetados por los hombres, unos criticados pero todos queridos. Al partir este hombre, la gente sintió la carencia del mismo, en especial que aquel hombre de sabiduría popular, sanador curandero, solidario con los demás.
Como ya no estaba, la gente se fue a su tumba a pedirle. Y aquel ya llamado chamarrero empezó hacer milagros y eso se rego por el pueblo. La gente comentaba y más de un editor de periódico pueblerino se interesó reseñarlo en su medio. De esta manera comenzó a crecer la fama del ya difunto, la cual pasó a espíritu cuando en una sesión espiritual, bajo y se identificó y dio inicio a lo que fue su misión en vida: AYUDAR A LOS DEMAS. El CHAMARRERO baja en la materia. Sus manifestaciones son, como en vida: ¨Dame un trago de aguardiente, una totuma de café negro sin azúcar, un tabaco y una mascada de chimo. En su lenguaje pide su sombrero, un viejo palto, una vela aguardiente y chimo. Frota el aguardiente y el chimo en la vela y se lo da a alguien para que se lo ponga en el altar. Le dice a la gente no dejes de ponerme mi totuma de café y CARAJO no me lo pongan azúcar que borracho no come dulce. Yo podría decir que entre los chamarreros más populares este Don Nicanor Ochoa, Don Juan Vicente Salazar (Don Juan Del Tabaco) y Don Toribio Montañez sin orden jerárquico, ni de importancia. Vienen los siguientes: Pedro Yajure El Negro Macario, El Negro Pio, lino Valle De las Mercedes, José Vicente De Las Torres, El Brujo Hilario, José Francisco Chirinos, Don Heriberto Méndez (El Recio)Don Pablo Jiménez, Don Faustino Parra, Don Hilarión Mendoza, Don Manuel Estrada (El cola de Gallo),Don Emiliano De la Huerta, Jesús María Román, Natividad Mendoza, Don Clemente Antonio Mejida, Don Pedro Arichuna, Don Florencio Gil, Juan Francisco Linares, Don Honorato de la Praga, Don Fulgencio Florentino Flores, Juan Pelao (Quien se resbala en lo seco y se para en lo mojado) maracucho. Benjamín Gómez de Yaracuy cerca de la montaña y Juan María Guanipa, sería interminable este artículo si yo pretendiera dar la biografía y reseña histórica de cada chamarrero. Vamos hablar de Don José Nicanor de Las Mercedes Ochoa Pinto Morillo, nació el 19 de febrero de 1868 y murió en Miranda el 17 de mayo de 1957 a los 89 años de edad. Es conocido como el poderoso brujo que cura y mata las 24 horas, como dicen por ahí. Era un hombre muy elegante y mujeriego. Tuvo 7 esposas e innumerables hijos. El hacía aparecer de la nada una serpiente, qué inmediatamente abandonaba. Mientras la gente se entretenía matándola él se marchaba sin darle importancia DON NICANOR se tumbaba en el piso le entregaba un garrote a las personas y les pedía que lo golpearan, él se reía, nadie jamás le pudo propinar un solo golpe. Él se movía muy rápido en el suelo. Don Nicanor murió un día lunes a causa de un infarto cuenta uno de sus hijos de nombre Simón Ochoa que el día anterior de su muerte Don Nicanor tuvo una discusión con un lugareño de Montalbán por una pelea de gallos. El poseía un gallo llamado mantequilla que mataba en solo 2 minutos a cualquier otro gallo. Otro chamarrero popular es DON TORIBIO MONTAÑEZ, mejor conocido como DON TORIBIO EL MONTAÑEZ, este llanero es oriundo de santa bárbara de agua blanca, estado portuguesa en ese lugar estaban los indios GUAMOS Y ATAPAIMAS, quienes fueron vencidos por el capitán IGNACIO SANCHEZ y catolizados por el fraile Marcelino de San Vicente. DON TORIBIO DE LA PEÑA MONTAÑEZ era un parrandero además de ser carismático y jocoso. Se presenta en los portales como un viejito de sombrero de cogollo, bastón de madera y solicitando una silla de cuero. Le gusta mucho el ron blanco, el chimo que deben entregárselo en hoja de árbol, el tabaco el café negro y, mucho más, la patilla. Se le ofrecen velas verdes. Se ha ganado el respeto de los creyentes por ser hombre de respeto y poder, sabio y conocedor amo y señor de las aguas del rio agua blanca, que cruza su montaña, donde los portales son cuevas, en la del sale un agua que cuando entras sales azulito, allí se siente una energía muy buena. En toda la vía de agua blanca Hay un busto de el grandísimo. Antes de llegar a la vía de los aguacates hay una plaza pequeña. Cerca de allí vive una señora llamada Vicenta que relata pasajes de la vida de este ilustre llanero. Siguiendo la vía de arroyos o aguacates, sus aguas están formadas por manantiales, allí encontraras el primer portal. Es la cueva de las 3 potencias, subiendo queda la cueva de DON TORIBIO MONTAÑEZ, si se sigue subiendo encontraras cuevas de otras entidades, tan solo he reseñado la vida de 2 chamarreros, sería muy largo hablar cada uno de ellos y le ayuda que le dieron y le dan a mucha gente. HAY QUE BAJAR A LOS INDIOS tenemos que rescatar nuestra corte originaria y pedir para que los indios bajen ,también ocurre con la segunda corte de importancia como lo es la corte CHAMARRERA, a esos viejos milagrosos que tantas curaciones y prodigios han hecho en tantos años, no podemos dejarlos ni dejar de invocarlos ,tenemos que ser fieles a nuestras tradiciones y entidades originarias, no podemos caer en la moda o invocar solo a el espíritu que está de moda o al que todos por una u otra razón quieren que baje. A las nuevas generaciones hay que inculcarles la existencia de los espíritus de nuestras cortes tradicionales y permitir que puedan continuar ayudando a tanta que los necesita.